Los membrilleros japoneses, también conocidos como chojubai son una de las especies más apreciadas y cotizadas como bonsái.
Se trata de un arbusto espinoso y muy ramificado de hasta 1,5 metros de altura. Florece en invierno y durante el verano, aunque en esta estación de forma menos abundante.
Si la flor se poliniza, se forman unos frutos amarillos muy aromáticos, de unos 4-5 cm.
Cuidados de un chaenomeles
Los membrilleros japoneses son plantas de un crecimiento lento, por lo que los ejemplares viejos, muy ramificados y con una corteza interesante son bastante difíciles de conseguir.
Realmente no presenta demasiados problemas en cuanto a su formación, aunque si que hay que tener especial atención con la falta de agua en verano y con los problemas que puedan surgir en las raíces después del trasplante.
Riego de un chaenomeles
Aunque en invierno no precisa gran cantidad de agua, hay que vigilar que el sustrato no se seque por completo. En primavera y verano hay que estar muy pendiente del riego, pues ante un shock hídrico, suelta las hojas relativamente fácil. Generalmente no suele haber problema y vuelve a rebrotar, pero esto aumentará el estrés para la planta y empeorará su salud.
Es impresicindible regar con agua ósmosis o en su defecto embotellada, ya que una agua alta en cal incrementará el PH del sustrato y el crecimiento se detendrá.
Trasplante de un chaenomeles
Los chojubai suelen sufrir problemas con las raíces cuando el trasplante se hace de forma incorrecta. Lo ideal es hacerlo a finales de verano-principios de otoño, ya que si lo hacemos cuando la temperatura es muy fría, corremos el riesgo de que se desarrolle una bacteria en el sustrato que produce abultamientos en las raíces del chaenomeles.
Se recomienda cortar las raíces gruesas con una navaja bien afilada y de forma plana. A continuación remojaremos las raíces con una mezcla antibactericida durante unos minutos y después podremos proceder al trasplante.
Prefieren un sustrato ligeramente ácido, por lo que una mezcla recomendable estaría compuesta por un 70% de akadama y un 30% de kiryuzuna.
En zonas frías protegeremos al bonsái durante el invierno, hasta que se haya recuperado del trasplante.
Ubicación de un chaenomeles
Los membrillero japoneses se deben de situar al exterior en una zona a pleno sol. Si los veranos son extremadamente duros y secos, podremos sombrear el árbol o colocarlo en algún lugar de la estantería más resguardado.
A pesar de que son árbol bastante resistentes al frío, si el bonsái esta recién trasplantado o si el invierno es muy crudo, también protegeremos al árbol.
Abonado de un chaenomeles
Abonaremos el bonsái durante toda la etapa de crecimiento del bonsái. Es preferible emplear menos cantidad de abono que en otras especies, puesto que el exceso de sales en el sustrato puede afectar negativamente a la planta.
Poda y pinzado de un chaenomeles
Los chaenomeles no se suelen modelar con alambre, puesto que con la poda podemos conseguir un estilo natural y con un posicionamiento adecuado de los brotes. Al tratarse de una planta que forma las hojas de forma opuesta, podemos tener mayor control sobre el proceso de ramificación.
Podemos quitar los brotes dejando solamente un par de hojas. Es importante que eliminemos los chupones que van saliendo en la base del árbol, siempre que no los queramos en el diseño, ya que van a restar energía a la planta, que ya de por sí es de crecimiento lento.
Se recomienda también eliminar las flores después de la floración, ya que la formación del fruto retrasará el proceso de formación de nuestro bonsái.
Formación de un chaenomeles
La forma más habitual de formar un chojubai es con el estilo balsa. Los chaenomeles tienen una tendencia natural a formar chupones en la base, lo que nos permite componer bonsáis muy ramificados con brotes por todas partes.
También se suelen hacer con las raíces expuestas. Para ellos se van poco a poco descubriendo las raíces e incluso alambrándolas con giros imposible para mostrar un aspecto más alocado y tortuoso.
La razón por la que es común el estilo neagari o raíces expuestas en un chojubai, es que gracias a que se reproduce muy fácilmente a partir de esqueje de raíz, podemos producir formas muy originales y con mayor control sobre la forma de la raíz.
También se reproduce fácilmente a partir de esqueje. Para ello cortaremos varas semileñosas durante la primavera y aplicaremos un corte en bisel sobre la base. Si plantamos las varas en un sustrato poroso y húmedo, el porcentaje de éxito será muy alto.